viernes, 24 de junio de 2016

Como La Sangre: Como La Sangre

-No tienes por qué autolesionarte, y sí, lo entiendo, e incluso sé lo que se siente, al principio crees que es un método de liberación, pero después te vas dando cuenta de que esa no es manera de liberar el dolor...
Se quedó pensando unos segundos, mirando fijamente a los ojos marrones de Alejandro, después armándose de valor, levantó las mangas de su suéter.
¿Ves estas marcas en forma de puntos?
Alejandro no podía hablar, así que Raúl prosiguió
Yo me los hacía en la secundaria con un desarmador, cada vez que mi padre me veía jugando con muñecas o hablando de una forma afeminada, el me golpeaba y yo me deprimía por ser... bueno, tú sabes...
-Sí, lo sé, yo también lo soy...
En ese momento los dos recuperaron una mirada que habían perdido hace años, una mirada de felicidad, los dos, en una sola voz, dijeron con un tono suave, casi susurrando...
-Te quiero
Después de ese día Alejandro volvió a ser feliz, aun recordaba a Daniel, pero ya no como motivo de culpa, ahora, el miraba al pasado para ver el presente con mayor optimismo. Los días de oscuridad y de depresión de Alejandro, se convirtieron en días de luz y felicidad.
"La sangre, ese líquido que nos mantiene vivos si lo mantenemos dentro de nosotros, un símbolo de violencia, pero también, es un símbolo de pasión. Fluye por los seres humanos, corre rápido si tú lo requieres, es calmada si tú estás tranquilo, se puede atascar si presionas fuerte en alguna parte de tu cuerpo. Sin la sangre no podríamos vivir pero muchas veces no le damos la importancia que se merece.
Así es el amor, fluye lento o rápido, se atasca si lo forzad, fluye casi todos los humanos ¿Y si no fluye amor en ti?, bueno, déjame decirte que estás muerto."
Así es el amor... Como la sangre.

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