- ¡Hey, jóvenes! - Esperó la maestra unos segundos a que todos en la clase guardaran silencio. - Para mañana, antes de que se me olvide, quiero una hoja completa escrita a mano para mañana de su historia con su mejor amigo. Quiero que me relaten cómo se conocieron y cómo llegaron a ser mejores amigos.
Se fue la maestra sin decir otra palabra. Después el sonido del timbre llegó. Todos salieron lo más rápido que pudieron, todos excepto Adrián y Alan quienes ya tenían preparado quedarse al final. Se miraron a los ojos. Alan le sonrío a Adrián, pero Adrián prefirió ignorarlo antes de que se le olvidase lo que tenía que decir.
- Oye, Alan, ¿y si vienes a mí casa para hacer lo que dijo la maestra de la historia del mejor amigo?
- Yo quería ir a pasar el rato pero Ok, es lo único que tenemos de tarea y si la terminamos rápido podemos jugar lo que nos reste de día. - Le volvió a lanzar otra sonrisa. Fue algo incómodo para Adrián pero lo volvió a ignorar.
- Pues ya hay que irnos, antes de que nos echen del salón la de la limpieza.
Salieron de la escuela pasando por los pasillos. Notaron gracias al reflejo que estaban mojados. La conserje no iba a tardar en correrlos de la escuela si no sé apuraban así que, intuitivamente, aceleraron el paso.
La madre de Adrián ya los estaba esperando, había llegado antes de la hora de salida pero a pesar del tiempo que estuvo esperando, no estaba irritada, por otra parte, estaba escuchando su estación de radio favorita a través del estereo de la camioneta familiar que ella solía manejar. Los amigos corrieron rapidamente hacia la cajuela para dejar sus mochilas y después subieron a la camioneta.
-¿Quieren ir al cine o nos quedamos en la casa? - Preguntó la madre de Adrián mirándolos desde el retrovisor.
- Si quieres ma' pero primero tenemos que hacer un trabajo sobre nuestra amistad para un trabajo de la escuela.
-Ok mi cielo, sirve que compro los boletos por internet y me dicen qué película quieren ver.
-Ok ma', oye ¿puedes pasar por la papelería para comprar unas hojas para el trabajo?
-Claro que sí, queda aquí cerca, como a cinco cuadras, Alan, ¿cómo has estado?
-Yo muy bien señora, ¿y usted?
-Bien, gracias a Dios, ¿qué quieres comer antes de ir al cine?
-Lo que usted pueda hacer.
-Pues puedo hacer hamburgesas o milanesas, pero si quieren encargamos una pizza.
-Pues a mí me gustan mucho sus hamburguesas señora.
-¿Entonces hamburguesas?
-Por favor.
-Bien, entonces vamos primero a la papelería por las cosas que vayan a comprar y después vamos por la carne.
Pasaron a la papelería. Alan y Adrián tardaron más en pagar que en escoger los colores de hojas que iban a utilizar. A Adrián se le ocurrió la genial idea de pagar con un billete unas hojas que bien hubieran haber pagado con unos centavos.
Llegaron a la casa y la madre se fue directo a la cocina. Empezaron a escribir cada uno por su parte, la historia de su amistad, Adrián comenzó desde hace algunos años atrás para no escribir demasiado. Alan prefirió escribir desde el momento en que se conocieron...
-Bien, ¡qué puedo decir yo acerca de mi mejor amigo, Adrián! A el lo conocí cuando apenas tenía memoria, creo, que hace unos... Diez años, sí, hace diez años; pero antes de contarles todo lo que ha pasado entre nosotros tendré que remontarme al pasado. - Dejó de escribir y pensó un rato cómo continuar su relato, cuando consiguió recordar su primera charla fue cuando comenzó a escribir. - Recuerdo muy bien que él estaba sentado en una de las bancas del parque, yo llegué y le pedí que me hiciera un espacio para sentarme, él no dudó en hacerme un hueco en la banca de metal, se lo agradecí y comenzamos a hablar de una serie que nos gustaba mucho: Las Aventuras De... Bueno, no recuerdo el nombre de la serie pero sí recuerdo que el personaje principal era una niña que hacía cosas de pintura y manualidades. Se convirtió en mi mejor amigo apenas a los pocos días. Solíamos ir de vez en cuando por un helado del parque o jugábamos a perseguirnos. - Volvió a quedarse sin ideas y pensó que sería una buena opción adelantarse algunos años, donde tenía muchos recuerdos de la escuela que contar. - Fue una suerte de que nuestras mamás se hicieran amigas rapidísimo y que quedaran en meternos en la misma escuela, yo estaba muy feliz por eso y el primer día de escuela me levanté más temprano de lo normal y me fui impaciente a la escuela para ver si lo veía en algún lado. Por suerte nos tocó a nosotros en en mismo grupo, lo malo, fue que Adrián no pudo ir a la escuela los primeros días porque se enfermó de las anginas. - De nuevo pensó en dar un salto temporal hasta una época más actual o detallar su amistad a más grandes rasgos. - No la pasábamos todos los días de escuela jugando en el salón y en en recreo. Nos gustaba mucho cuando dejaban trabajo en parejas, claro, ¡era la oportunidad perfecta para ir a casa de Adrián! Recuerdo que la primera vez que fui a su casa mi mamá estuvo llamando por teléfono cada hora para ver si estaba bien o si necesitaba algo. Seguimos siendo amigos, compartimos gustos por casi todo: comida, ropa, música, bueno, en realidad a todos los de nuestro salón de clases les gusta el mismo tipo de música, pero él y yo sabemos todas las canciones que el otro conoce y así... - Ya era suficiente para terminar de escribir su tarea pero se dio por darle un final mas "conmovedor". - Y espero que sigamos siendo amigos por un largo, muy largo tiempo, porque creo que esto sólo es El Inicio De Una Amistad.
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