viernes, 24 de junio de 2016

Tu Vida En Tus Manos: ¿Cuál Es Su Nombre?

-¡Doctor, doctor! - Gritaba una enfermera desesperada mientras corria hacia el doctor que estaba tomando un café como todas las noches en las que a él le tocaba el turno nocturno.
-¿Qué le pasa? ¿Hay algún problema? - Se apresuró a tomar lo poco que le quedaba de café y fijo su mirada en la mirada de la enfermera.
No lo había notado antes por todas las prisas que trae ser uno de los mejores doctores del país pero la mirada de la enfermera era muy fuerte pero a la vez se le notaba inseguridad, como si la enfermera se sintiera estúpida frente a ese gran doctor, claro así era, la enfermera apenas llevaba unas semanas trabajando con él y no era tan lista como se espera de alguien que estudió enfermería en una de las mejores escuelas del país, mejor dicho, del mundo.
-El paciente de urgencias, el que se intentó suicidar, está empeorando y hay que operarle de inmediato. - Su voz parecía muy agitada, su frente estaba sudorosa y en sus palabras se notaba una vibración de nervios.
-Relájese por favor. Hay que llevar al paciente ahora mismo al quirófano. Llévalo y dame su expediente.
La enfermera llevó al paciente al quirófano para que un equipo de medicos lo preparasen para la operación. Pasados dos minutos llegó corriendo la enfermera por el pasillo de la sala de urgencias llevando unos papeles en sus manos.
-Tome doctor, es todo lo que tenemos del paciente. - le extendió la mano para darle los papeles pero el doctor no reaccionó.
Se quedó paralizado, por un momento le pareció escuchar a su hija de siete años susurrandole. - Papi, ¿ahora sí vamos a jugar como antes? - No quedó paralizado por escucharla, sino porque su hija había muerto hace cuatro meses. Parpadeó rápidamente y se volvió a la enfermera.
-Gracias. - Dijo involuntariamente mientras observaba las hojas cuando encontró que el nombre del paciente se encontraba borroso e inlegible.
-Disculpe enfermera. ¿Cuál es el nombre del sujeto?
-Es... - Se mezclaron mil sonidos a la vez y no logró escuchar el nombre así que repitió la pregunta pero el ruido no dejaba escuchar.
Intentó encontrar la fuente del sonido que no lo dejaba escuchar a la enfermera pero la sala de urgencias estaba relativamente tranquila como para que algún sonido opacara su voz, reviso varias veces pero nada. Ya habían pasado dos cosas raras en ese momento, primero la voz de su hija o lo que parecía serlo y luego sonidos sin explicación. ¿Sería porque casi no había dormido en varias semanas o sería por la mala alimentación que estaba teniendo, o tal vez una intoxicación, una droga o el estrés del trabajo? No lo sabía, y no sabía sí así iba a poder operar a su paciente, pero ya no había tiempo de dudar, sólo de actuar.
Ahora había una duba en el doctor, se preguntaba el por qué no podía escuchar el nombre y esa misma pregunta lo torturaba. -¿Cuál es su nombre?

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