viernes, 24 de junio de 2016

Tu Vida En Tus Manos: Mi Último Recuerdo

Ahora estaba en su hogar. Eran cerca de las seis de la tarde. El cielo tenía un color grisaseo pero no llovía, era sólo lo nublado. Desde la ventana se observaban arboles de los cuales caían hojas por culpa del fuerte viento que soplaba.
-¿Ahora qué pasa? ¿La Muerte ya me quitó la prueba y puedo seguir viviendo?
-¿Vivir? ¿Estás seguro de que querés vivir? - Era una voz que venía de sus espaldas.
Miguel se volvió y se vio a sí mismo, sólo que ahora de una forma muy diferente y tétrica. Despeinado, con su ropa de vestir sucia, manchada de... ¿Sangre? Sus ojos amarillos y unas ojeras que le cubrían gran parte de los párpados por no decir que todos. Piel pálida, cási tranparente. Sus pies y brazos parecían no tener fuerzas y sus labios estaban grisaseos. Sonrió abriendo los ojos y le siguió contando.
-Ahora resulta de que quieres vivir. ¿No recuerdas lo que hiciste esta mañana?
-Esta mañana... - Lo pensó por unos segundos. Se dio unas pequeñas palmadas en la cabeza, se concentró pero no pudo encontrar nada en sus recuerdos.
-Llegaste a las cuatro de la madrugada... - Le continúo al ver el esfuerzo que estaba habiendo intentando recordar - Llegaste del turno nocturno. No pudiste salvar la vida de un paciente y te suicidaste por lo inutil que te sentías. - Después de esto rió descaradamente, esto hizo retroceder unos pasos a Miguel.
-¿Qué paciente? No logro recordar nada.
-Un ladrón que intentó robar una casa para alimentar a su familia, a su hija y a su mujer... - Sonrió - ¿Eso te recuerda algo?
-¿Y qué tenía el paciente? - Ignoró la referencia que hizo hacia su familia.
-Cuando intentó trepar el muro se electrocuró y se encajó los pinchos de la cerca, luego al caer, por du mala suerte cayó en rosales y sus espinas le llenaron todo el cuerpo, perdió mucha sangre y alguien tenía que sacarle las espinas y ese eras tú...
Miguel se sintió muy confundido en ese momento. Muchas preguntas pasaron por su cabeza y no encontró lógica en ningua posible respuesta así que prefirió arriesgarse y preguntarle lo que había hecho después.
-¿Y luego? ¿Qué pasó?
-El paciente estaba demasiado grave. Quemaduras de tercer grado en órganos internos y había perdido mucha sangre. Era casi imposible salvarlo pero lo intentaste, viste en él a un padre que quería darle lo mejor a su familia... ¿Es irónico verdad? Tú que no pudiste mantener a tu familia con vida intentaste salvar al padre de una niña y esposo de una mujer.
-Lo tenía que intentar... ¿Y qué pasó después?
-Bueno, una vez que el paciente muriera te deprimiste mucho y te cortaste las venas.
-¿Entonces?... ¿Al paciente que estaba operando era el mismo que La Muerte me puso a operar?
-Tú sólo operaste a un infeliz sin familia, sólo eso.
-¿Y qué va a pasar entonces?
-Tienes la opción de luchar por tu vida o morir.
-¿Si muero volveremos a reunirnos con nuestra familia?
-Veo que no entiendes... Te intentaste suicidar. Tu familia está en el paraíso pero si mueres estarás en el infierno.
-¿Y dónde está mi cuerpo físico ahora?
-En el hospital, a punto de morir.
-Gracias por recordármelo.
-¿Qué?
-Mi último recuerdo.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario